En la historia de la moda, ha habido figuras icónicas cuya presencia ha redefinido los estándares de belleza y ha promovido una mayor inclusión y diversidad. Entre estas pioneras, la modelo somalí Iman Abdulmajid destaca como una verdadera revolucionaria. Descubierta en la década de los 70, Iman rápidamente ascendió a la fama, convirtiéndose en una de las primeras modelos africanas en alcanzar el estatus de supermodelo. Con su elegancia natural y su distintiva belleza, no solo rompió barreras raciales, sino que también inspiró a una nueva generación de modelos de diversas etnias a seguir sus pasos.
Otra figura esencial es Naomi Campbell. A lo largo de su carrera ha sido una fuerza imparable en la industria de la moda. Desde sus inicios en los años 80, Naomi no sólo se ha destacado por su impresionante presencia en las pasarelas, sino también por su lucha contra el racismo en la moda. A pesar de los desafíos, Naomi ha mantenido una carrera duradera y ha sido una voz fuerte en la promoción de la igualdad. Su influencia se extiende más allá de las pasarelas, ya que ha trabajado incansablemente para crear oportunidades para modelos en un campo tradicionalmente dominado por la monocromía.
Finalmente, Alek Wek, la modelo sudanesa que emergió en los 90, ha sido un faro de cambio. Con su piel oscura y su cabello natural, Alek desafió los estereotipos de belleza predominantes y demostró que la verdadera belleza no tiene una sola forma o color. Su presencia en la industria de la moda ha sido crucial para abrir puertas a modelos que no encajan en los cánones tradicionales. Alek no solo ha sido un ícono de estilo, sino también una defensora de los derechos humanos y una inspiración para muchxs jóvenes de diferentes etnias que aspiran a triunfar en el mundo de la moda.
Estos modelos no sólo han pavimentado el camino para la diversidad en la moda, sino que también han transformado la percepción global de la belleza, demostrando que es multifacética y verdaderamente universal.
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